Música, juventud e investigación: una experiencia transformadora en el Centro de Día Crisàlid
El Centro de Día Crisàlide, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona, ha vivido recientemente una experiencia única que ha unido arte, investigación y compromiso social. Aran, estudiante de segundo de Bachillerato y pianista con una sólida formación musical, colaboró con el centro en el marco de su trabajo de investigación, centrado en una pregunta tan inspiradora como necesaria: ¿puede la música mejorar el deterioro cognitivo en personas en tratamiento por adicciones?
Durante dos meses, Aran diseñó e implementó una intervención musical en uno de los grupos terapéuticos del centro. A través de una cuidada selección de piezas de música clásica, elaborada con criterios técnicos y emocionales, se creó un hilo musical que acompañó diariamente al grupo, con el objetivo de estimular la atención, la memoria y generar un ambiente de calma y bienestar. El segundo grupo, que no recibió esta intervención, actuó como grupo de control.
La investigación, diseñada en colaboración con el Departamento de Evaluación de FSC, incluyó la aplicación de diversas pruebas cognitivas antes y después del periodo de intervención. Pero más allá del diseño metodológico, la experiencia destacó por el vínculo que Aran logró establecer con las personas usuarias y el equipo profesional, integrándose plenamente en la vida del centro y generando un espacio de aprendizaje mutuo y enriquecimiento intergeneracional.
Como cierre del proyecto, y en colaboración con la dirección del centro y el área de relaciones públicas del Hospital de Sant Pau, Aran ofreció un emotivo concierto en el vestíbulo del hospital, donde se encuentra un piano de cola cedido por la Fundació Maria Canals. Las personas usuarias de Crisàlide, junto al equipo profesional y acompañadas por usuarias y profesionales del Hospital de Día de Adicciones de Sant Pau, disfrutaron de una selección de piezas interpretadas con especial sensibilidad, como gesto de agradecimiento y celebración compartida.
La alta asistencia superó todas las expectativas: las sillas dispuestas resultaron insuficientes ante la afluencia de público, entre pacientes, profesionales y visitantes del hospital, que se acercaron a compartir este momento de conexión a través de la música.
Desde FSC, valoramos profundamente esta experiencia, que demuestra cómo iniciativas aparentemente pequeñas pueden tener un gran impacto en el bienestar emocional y cognitivo. La combinación de sensibilidad, arte e investigación ha abierto nuevas puertas para la reflexión y la mejora de nuestras intervenciones terapéuticas.
Actualmente, el equipo de evaluación de FSC, con el apoyo de Daniel Urbina —responsable de promover esta colaboración—, está analizando los resultados del estudio. Aunque todavía en fase preliminar, los primeros indicios apuntan a que la música podría potenciar los efectos positivos del tratamiento en personas en proceso de recuperación de las adicciones. Esperamos poder compartir pronto los resultados concretos.
Queremos agradecer a Aran su entrega, sensibilidad y profesionalidad. Su paso por Crisàlide deja una huella profunda y nos recuerda el valor del compromiso de la juventud con los retos sociales. Estamos convencidas de que su futuro en el ámbito científico y humano será tan prometedor como el camino que ha iniciado con este proyecto.
